lunes, 2 de junio de 2014

After Jude. Capítulo 6.

Daily Glamorous
After Jude. Capítulo 6.


--Es hora de que te marches.
--Pero…--Mi voz se tiembla y se quiebraNo tengo a dónde ir.
--Puedes quedarte si te alejas de ese chico.
Contemplo el rostro del tío que siempre fue un padre para mí. Y digo algo que nunca en mi vida pensé que le diría:
--Vete a la mierda.
Sus cejas se alzan en sorpresa y me da una bofetada. Probablemente me lo merezco por decirle eso, pero él se merece esas mismas palabras otras mil veces, así que me lo trago.
  Me lo trago, me lo trago, me lo trago. Siempre me lo trago. Siempre pongo mi otra mejilla. Siempre asiento, siempre acepto, sin cuestionar, sin dudar. Y se ha acabado. Si éste es el precio a pagar, entonces estoy bien con ello. Es una decisión que he tomado.
--Volveré por mis cosas.
No me mira, y me giro para salir por la puerta e ir al único lugar al que sé a dónde ir. Jude me abre la puerta en sus pijamas y me mira unos momentos. Se hace a un lado para dejarme entrar…
        La señora Perkins aplaude enfrente de mí, sola una vez, para llamar mi atención.
--Mackie, mi niña, ¿Estás aquí?
Mackie. Sólo Jude me llamaba así.
--Lo sientoDice ante mi sorpresaA veces juro que Jude sigue por aquí.
Asiento, porque entiendo. Cuando recientemente murió escuchaba a Jude decir mi nombre –O Mackie, para el caso- o decir un comentario listillo como él sabía hacer a su madre, o a cualquier persona a la que él hablara. A veces aún estoy simplemente haciendo cosas normales, como estar en el baño y escuchar alguna conversación de chicas estúpida, y me imagino lo que Jude diría. A veces juro que puedo oírlo. A veces juro que puedo verlo. Y a veces me da mucho miedo perderlo.
 Me da miedo olvidar. Me da miedo olvidar su cara, como cualquier otro recuerdo. No quiero que su imagen en mi mente se desgaste. con el tiempo.
--Estaba recordando cuando mi tío me echó de casa.
Su rostro se entristece.
--Oh.
Asiento.
--Sí: Oh.
Suspira.
--Mi dios, lo recuerdo como si fuera ayer. Fue el tiempo en que eché al padre de Jude de casa y tú te quedaste con nosotros hasta que terminó la escuela.
  Jude no había llegado a la graduación.
--¿Ha oído de él?
--Oh, demonios. No.
Levanto las cejas, porque “Demonios” es lo más cerca que ha estado de una maldición.
--Lo mejor que pudimos haber hecho fue divorciarnosDiceNo puedo creer que me casé con alguien así. Que me permití casarme con alguien así.
La curiosidad destella en mi interior.
--¿Usted sabía cómo era cuando se casó?
--Sí, creo que lo sabía.
--¿Entonces por qué…?No puedo con mi tono de incredulidad.
Ella mira por la ventana, ya veo como su mente navega lejos. Pienso que no me va a responder, pero murmura:
--A veces es lo que pasa. Ves al demonio, pero decides voltear el rostro.
--¿Por qué?
--Porque no quieres creerlo.



                                                            
 




Todavía hay cosas que quiero decir y es muy tarde para hacerlo en orden. Tal vez soy buena para hacer artículos, ¿Pero la parte creativa? Sé que quiere matarme. Pero esto le pasa a usted por tener a estirados como nosotros en su clase.
Como puede ver, soy muy mala escritora.
Me estoy dando cuenta de que nunca le expliqué qué con su abuelo. Bueno, resulta que el abuelo había cachado a Jude con un chico una vez y después de eso le hacía bullying. Pero al menos el muy desgraciado no lo esparció alrededor como mi tío y el padre de Jude.
  Padre.
Últimamente he estado pensando en esta palabra. En los padres en general. Se supone que estas personas tienen que cuidarte, que amarte y ver por ti. Pero a ninguno de nuestros padres le importó (Excepto a la señora Perkins) No deberían llamarlos padre o madre. No merecen tener ninguna etiqueta. Llamaría a mis padres por sus nombres, pero tampoco sé eso. ¿Tiene hijos, señor Morgan? Sí los tiene, no sea un hijo de puta. Y si no los tiene… Sí, no sea un hijo de puta.
  Tome mi consejo, por el amor del Universo.
Sé que esto es tan poco profesional, pero a estas alturas soy una temeraria.
No tengo miedo a nada.


Levanto la vista y miro a la señora Perkins revolviendo la sopa. Me levanto de mi asiento y le pregunto si quiere ayuda en algo.
  Tal vez crecí sin padres, pero no es como si no tuviera uno. Aunque ella no esté ligada a mí por ADN, Elizabeth Perkins es lo más cerca a una madre que tengo, y me siento agradecida por ello siempre. Y creo que tenerla a ella es mejor que un padre biológico: Ella no está obligada a amarme.
  Supongo que es así como funciona: No puede forzar el amor. Por eso es tan mágico cuando sucede.
Es por eso que ere el idiota más grande del mundo si lo hechas a perder a sabiendas.
Jude, Jude, Jude.
Termino de poner los vasos y voy a lavarme las manos al baño de arriba porque en el de abajo no sirve una tubería o algo así. El punto es que el agua no sale.
Camino por el pasillo, y el baño está enfrente del cuarto de Jude. El cuarto que he estado evitando desde que llegué, porque sé que no voy a hacer otra cosa que llorar y eso es malditamente deprimente. Soy mejor siendo una nerd que siendo una maldita llorona.
  Y de alguna manera, a pesar de todo, me encuentro a mí misma girando la chapa de esa puerta.
  Habitación de chico. Es una manera exacta de describir su habitación. Está desordenado, no sucio, porque su madre aún limpia, pero desordenado. Hay un sweater en la silla de la computadora, sus estantes tienen todo menos libros y hay unos calcetines sucios en la esquina de su habitación. Etcétera, etcétera.
Miro los pósters de bandas colgados sobre la pintura verde y termino sentándome en su cama. La verdad es que nunca había estado en su cuarto antes. Muchas madres no dejan entrar a chicas a la habitación de sus hijos por razones obvias, pero incluso aunque Jude fuera gay yo nunca había estado ahí. No por su madre, sino porque su casa era problemática. Su casa siempre había sido un lugar problemático.
   Sin embargo, esto me suena exactamente como Jude.
Mirando aún los posters, recuerdo la vez en que compartimos gustos musicales y terminamos discutiendo, como todo el tiempo. Porque al parecer discutir era lo que mejor hacíamos, pero de alguna manera terminábamos pegados juntos de nuevo al final del día.
¿A quién quiero engañar? Voy a querer a Jude todos los días de mi vida. Ese cabrón egoísta.
  Mi vista se centra en el retrato de nosotros. Está sobre una caja dorada, sobre el mueble con cajones.  La foto es de nosotros dos sacando la lengua a la cámara, y yo le regalé la caja. Fue un regalo de cumpleaños. No la caja, ese era el envoltorio. Le había regalado un par de CD’s de esa horrible música que escuchaba y un sweater. En mi cumpleaños, él me compró un perfume. Dijo que era una indirecta. Luego yo le había metido un golpe, y tres minutos después estábamos comiendo pastel que la señora Perkins me había hecho.
  Ese perdedor.
Me levanto y tomo la foto. Después de verla un momento, la dejo en el mueble y tomo la caja. La abro, realmente no esperando nada.
  Porque tú no esperas realmente nada después de años, ¿Cierto?
Me encontré con un sobre blanco, en donde decía mi nombre con su letra descuidada.
  Cierro la caja. Después de un momento, vuelvo a abrirla, pero el sobre sigue ahí. Y aún dice mi nombre.
Mi cabeza empieza a girar y llevo la caja conmigo a la cama. Me siento en la orilla y rompo el cello del sobre, impaciente.

   Mackie:

Sé que no te gusta que te llamen así, pero no me importa.
Ahora han pasado cerca de cinco minutos desde que escribí la línea de arriba, y eso es porque no sabía cómo comenzar esta carta. Probablemente debí comenzar con algo más, pero no me siento como para volver a escribir esto. Ya es demasiado duro con esta primera vez.
   Mañana te enterarás. O tal vez en un par de horas, o en la madrugada, quizá.  Estoy seguro de que te enterarás por mi madre. Probablemente porque es la única a la que le importa.
  No estoy dejando carta a nadie más que a ti. Consideré dejar una a mi madre, pero no podía pasar de “Lo siento” y “Te amo”. Así que te voy a pedir que cuando termines de leer esto le digas esas dos cosas. Se lo diré esta noche antes de, pero aun así necesito que lo hagas. Como decía, tú eres la única que recibe carta, porque los demás no me importan. Ellos no se preocupaban por mí. Tu sí. Y por eso sé que vas a pasar un mal momento cuando termine de escribir y todo esté hecho, y por eso lo siento.
  Sé que hay psicólogos que dicen que las cartas de suicidio son para culpar a alguien o para decir las razones por la cual hicieron lo que hicieron, pero yo no voy a hacer ninguna de ésas mierdas. Estoy haciendo esta carta porque aún hay cosas que me gustaría contarte. Sentí que había cosas que aún necesitaba contarte.
  Mackie, yo nunca he tenido muchos amigos. ¿Recuerdas aquella vez que me dijiste que eso era porque pensaba horrible de todas las personas? Bueno, es cierto. Sólo estaba enojado contigo porque no me conocías y habías dado en el clavo. Cielos, siempre has sido tan rara. Y desearía haberme quedado más tiempo para pasarla con tu rareza. Por mucho tiempo, fuiste lo que me hacía levantarme todas las mañanas. Porque sabía que había alguien afuera quien no me juzgaría, y que podía ser mi amiga sin ser toda rara por ser gay. Pero hay mucho dolor, Mackie. Tanto que tú no puedes aplacarlo.
  Ahora, escribiendo esta carta, lo siento por ti. Porque estaré ya ido. Siento por dejarte. He estado pensando mucho tiempo acerca de esto, y siempre me freno porque te tengo a ti. Me gusta pensar en otro día contigo, pero entonces pienso en otro día en esta casa, en este lugar, con estas personas.
Me dan ataques de pánico. No estoy seguro de si has oído hablar se ellos, pero sientes que el mundo da vueltas y no puedes respirar. Es como si tus pulmones de mierda hayan olvidado como ser pulmones.
  He estado teniendo de esos más últimamente. Las personas dicen que siempre hay sol después de la tormenta, pero, Mackie, yo no quiero pasar esta tormenta. No quiero seguir yendo. Estoy listo para irme.
  Estoy listo para rendirme, y sé que me odias por ello. Quisiera que pensaras diferente, quisiera que me dijeses que está bien dejar de luchar. Pero supongo que no siempre puedes obtener lo que quieres en esta vida. Y eso es una mierda.
  Uno de mis doctores una vez me acusó de no sentir nada más que dolor. Claro, ellos no usarían la palabra acusar, porque ya sabes, son unos gilipollas de mierda que no aceptan las cosas. Bueno, creo que él tenía razón. Por mucho tiempo mis emociones estaban en blanco, a pesar del dolor. Era algo que conocía muy bien. Es algo que conozco muy bien.
  Y me planteó sobre el amor. Si alguna vez lo había sentido, y respondí que no estaba seguro. Claro, sentía amor por mi mamá, pero aparte… Bueno, no. Me dijo que no era posible que tuviera un corazón vacío, porque tenía una amiga (Sí, le hablaba de ti. No te creas, perdedora). Entonces he estado pensando que tal vez las personas a veces no tenemos un corazón. (Y antes de que empieces con tus nerdesidades, estoy hablando de un corazón metafórico.) Ya sabes, las personas como yo y los malos. A veces estamos demasiado jodidos para amar a alguien. Como para tener un corazón. Y como no parecía querer a nadie excepto a ti (Y mamá), he decidido que no necesitamos tener un corazón propio. A veces necesitamos a una persona que sí lo tenga y que pueda compartir con nosotros, alguien que nos bañe con su luz. Mi corazón eres tú (Y repito; mamá). Estaba perdido y tú llegaste con tus cosas frikis y me enseñaste que este mundo desmadrado aún puede ser bueno. Me compartiste de tu corazón puesto que no tenía uno, y estoy agradecido de haber elegido uno tan bondadoso (Y tan raro. Siempre has sido un bicho raro y siempre lo serás. Uno con muy mal gusto en música y esa maña de agregar la palabra “Metafóricamente” a cada sandez que dices.). Espero que haya hecho sentido.
  Así que supongo que esta carta es para agradecerte.
No podía abandonar este mundo sin dejarte saberlo, Mackie. Nadie debería dejar este mundo sin dejarle saber a la persona que quiere que le agradece por tener el corazón más bonito. Tú me enseñaste que este mundo desmadrado aún tiene salvación, y aun cuando me haya ido, juro que nunca  lo olvidaré. Aun cuando no quiero esperar a verlo hacerse realidad, porque sé que será un camino largo, y esta vez ni siquiera tú me haces querer quedarme.
  Vivir es la cosa más difícil, Mackie, y espero que a ti te vaya bien en el camino. Y también espero que algún día puedas perdonarme, incluso cuando sé que no puedes entender las razones.
  Una vez me dijiste que estábamos hechos de memorias, pero pienso que también estamos hechos de decisiones. Espero que tomes las decisiones que te hagan feliz. La mía lo hace. Es retorcido, pero lo hace. Y es la que marca todo lo que fui.


Lo siento, Mackie.
(Que no se te olvide decirle a mamá lo que te dije)

                                                                                  Cuídate,
                                                                                              Jude.







-Sthep Stronger.

2 comentarios:

  1. Te odio!! Ya me has hecho llorar, estas contenta ya?!?! :'(

    Pd: aun asi amo la historia
    Pd2: y taken?? Xd

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja! :D
      TE JURO QUE VOY A TERMINAR TAKEN. Iba a hacerlo hoy, pero tengo que estudiar para mate y español, y tengo que empezar un trabajo de química (Ya quiero salir, odio estas cosas). Espero poder al menos empezarlo hoy, pero probablemente lo termine de escribir en el fin de semana, así que lo verías hasta el lunes. La verdad es que no sé, la única razón por la cual hay historia éstos días es porque ya la tengo escrita, si no, no. :/

      Eliminar